La presidenta de la mesa directiva del Consejo Nacional del PRD, Roxana Luna Porquillo, como imagen pública debería poner el ejemplo ante la gravedad de la pandemia en Puebla pero parece que en el mundo de lo que queda del sol azteca el Covid-19 no existe.
Resulta que la ex candidata a la gubernatura de Puebla poco le importa el repunte de casos de contagio que acude a fiestas en las que la única que no fue invitada es “Susana Distancia” y los protocolos sanitarios no existen.
Durante el fin de semana, Luna Porquillo, estuvo presente en una boda en la que fue evidente la ausencia de separación entre los invitados así como el correcto uso del cubreboca así como la toma de la temperatura para descartar alguna persona era portadora del virus.
Ese es el ejemplo que pone el renovado PRD que busca sobrevivir en la escena política de México y Puebla y que para lograrlo se convirtió en la rémora del PAN y PRI con la esperanza de alcanzar el mínimo porcentaje de votos en 2021.