Aunque en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) celebraron con bombo y platillo la adhesión del flamante diputado Jonathan Collantes Cabañas en la bancada no fue bien vista esta “imposición” por su perfil chapulín.
Resulta que algunos legisladores priístas no están muy a gusto con la llegada del diputado al grupo legislativo aunque asumiendo una postura institucional aceptaron la integración a sus filas.
La molestia radica en que no fueron convocados por su dirigente estatal, Nestor Camarillo Medina, para conocer su opinión sobre la suma de este diputado que previamente militó en Nueva Alianza y después se declaró sin partido.
Además que desconocen las razones por las que llegó al partido, tampoco saben realmente cuál será la aportación legislativa o si solamente fue para ubicarse como la segunda fuerza política de posición en el Congreso.
Aunque también desconfían de su lealtad derivado de la cercanía que mostró en los últimos meses al grupo legislativo mayoritario encabezado por Morena y el apoyo para sacar adelante sus iniciativas a cambio de las suyas.